¿Por qué escribir smut es tan difícil?

Buenas. Hoy vengo a traerles una razón de por qué escribir smut (pero no leerlo) puede ser muy difícil para muchxs. Ahora, quiero aclarar que este post NO es técnico, no es como el post que hice ayer dando consejos. Este post trata de una razón que puede para muchxs ser la razón psicológica/emocional de por qué cuesta tanto escribir porno.
Escribir porno es abrirte y ser emocionalmente honestx sobre lo que te gusta, lo cual puede ser un gran, gran problema, en especial cuando tratamos de algo tan tan intimo, tan "privado" como lo es lo sexual. Escribir (sobre) tus kinks es revelador. No moralmente revelador, sino emocionalmente revelador. Cuando unx escribe y posteriormente publica un escrito (sea fanfic o no) porno, básicamente te abres ante un hipotético grupo y te sientes como si tuvieras un megáfono en la boca, gritando "sí, esto me gusta". Y eso... es vergonzoso para muchxs. No es, necesariamente, una vergüenza "puritana" (con esto me refiero a que muchxs sí pueden tener aún un poco de prejuicios sobre el sexo tratándose de sí mismxs, pero no es siempre el caso); es, más bien, una vergüenza de ser tan abiertx, tan honestx, aunque esa abertura y honestidad tengan capas de anonimato de por medio entre ti y el hipotético público.
El complacer de una manera un deseo emocional es, también, difícil. Esto aplica a todos los géneros literarios, no solo al porno. ¿Por qué? Bueno... por el miedo de ser juzgado, o por el miedo de ser analizado. Más ahora que nunca, teniendo en cuenta las consideraciones de la alza de, uh, agentes pro-censura y acosadores en Twitter. Es un riesgo, por decirlo de una manera. Es un miedo a que la gente asuma que quieres algo... y que esa asunción sea correcta. (De nuevo, reitero, no me refiero aquí a crímenes reales, así que por favor no traigan esa mierda a la mesa; los kinks no son ilegales y los kinks no son crímenes reales aunque exista el roleplay.)
Cuando uno es lector y no solo escritor, puede que esto se resuelva mucho más fácil, porque lxs lectores no piensan en lo mucho que el autor le gusta algo, sino que piensan en lo mucho que a ellxs mismxs les gusta algo. No juzgan el texto según el gusto del autor, lo juzgan según sus propios gustos y si estos gustos se cumplen en un texto o no.
Mentalizar que un lector dirá "OH, SÍ, ME GUSTA ESTO" en lugar de "oh. te gusta eso" puede ayudar a algunas personas a sobrellevar ese miedo, pero no todo el bagaje se va. Lo emocional es siempre difícil de solventar, y los prejuicios también son difíciles de dejar atrás. Ambas cosas son como una espinita que se saca poco a poco, conforme te atreves a ser honestx, a abrirte (en el anonimato), conforme tienes más y más experiencia.
KAANBALTLA
24/05/2023
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